miércoles, 24 de septiembre de 2008

Preguntitas sobre Dios

"Preguntitas sobre Dios" de Atahualpa Yupanqui, cantada por Soledad Bravo.


Un día yo pregunté:
Abuelo, ¿dónde está Dios?
Mi abuelo me miro triste,
y nada me respondió.

Mi abuelo murió en los campos,
sin rezo ni confesión.
Y lo enterraron los indios
flauta de caña y tambor.

Un día yo pregunté:
Padre, ¿Dónde está Dios?
me miró con ojos tristes,
y nada me respondió.

Mi padre murió en la mina
Al fondo del socavón.
Color de sangre minera
tiene el oro del patrón!

Al tiempo pregunté yo:
Hermano, ¿Qué sabes de Dios?
Mi hermano bajó los ojos,
y nada me respondió.

Mi hermano vive en el monte
y no conoce una flor.
Sudor, malaria, serpientes,
es la vida del leñador.

Y que nadie le pregunte
si sabe donde esta Dios.
Por su casa no ha pasado
tan importante señor.

Yo canto por los caminos,
y cuando estoy en prisión
oigo las voces del pueblo
que cantan mejor que yo.

Que Dios vela por los pobres?
Tal vez si, y tal vez no.
Pero es seguro que almuerza
en la mesa del patrón.

Hay un asunto en la tierra
más importante que Dios,
y es que nadie escupa sangre
para que otro viva mejor.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

"Toda felicidad absoluta tiene algo de canallesco"

¿Quién puede ser totalmente feliz? ¿Quién puede ser totalmente feliz en un mundo donde cada tres segundos y medio muere un niño menor de 5 años de enfermedades curables, de hambre... de pobreza? El mundo en que vivimos es realmente muy cruel, el 44 por ciento de la población de América Latina es pobre y el 40 por ciento de esos son indigentes que viven con menos de un dólar diario. Actualmente 968 millones de personas no tienen acceso a fuentes de agua limpia, 2.400 millones no tienen acceso a asistencia médica, 34 millones están afectados por el sida. En cuanto a la educación, 854 millones de adultos son analfabetos (de éstos, 543 millones son mujeres), y 325 millones de niños (183 son niñas) no van a la escuela. 218 millones de niños traban en el mundo según cifras de la ONG “Save The Children”, 126 millones en situaciones peligrosas.

Son sólo cifras de una realidad evidente para todos. Realmente si alguien puede ser feliz en este mundo es una persona tremendamente egoísta. No creo que a nadie le pueda ser indiferente esta realidad. Algún ávido lector dirá para si, “es mejor no saber”. De ninguna manera, no sabiendo no se cambia nada. Como alguien dijo alguna vez “más vale ser sabio que dichoso”.

Lamentablemente nosotros no podemos hacer mucho frente a esto, apenas si podemos mover granitos de arena de esa enorme montaña, pero debemos conocer esta realidad y enfrentarla día a día.

¿Qué nos queda hacer frente a la imposibilidad de cambiar esta realidad? ¿Sentarnos en el sofá a llorar? No vale la pena, así tampoco cambiaríamos nada. Tratemos de vivir nuestra vida lo mejor posible, si estas leyendo esto, ya podes gozar de placeres que no todos tienen, sabes leer y escribir, sabes manejar una computadora, etc. Disfrútalos, y disfruta todo lo máximo que puedas. Pero no confundamos el ser personas afortunadas con ser personas felices.

lunes, 15 de septiembre de 2008

El que busca, ¿Qué encuentra?

Alguna vez leí algo escrito de esta forma y quería intentar escribir algo así.


Duermo. Me levanto a las 8 am. Me visto. Día soleado. Busco la libreta del cbc. Tengo que inscribirme en la facultad. No la encuentro. Desayuno. Sigo buscando. Reviso dentro de libros. Encuentro: plata, entradas para un recital que ya pasó, una carta, un cuento que hace años buscaba. Me detengo a leerlo. Me acuerdo que tengo que buscar la libreta. Busco en el placard. Encuentro: un reloj de mi infancia, tres remeras que jamás supe que tenía, una pelotita te tenis, una media. Me pregunto dónde estará la otra. Suena el teléfono. Número equivocado. Busco en los cajones del escritorio. Encuentro: apuntes de la facultad, dos evaluaciones de la secundaria, un CD de León Gieco, la libreta del cbc, dos galletitas. Me sorprende como llegaron ahí. Como una. Tiro la otra. Busco en una caja con cosas viejas. Encuentro: álbum de fotos de mi infancia, juego de Rasti de cuando era chiquito. Me pongo a jugar. Recuerdo que estaba buscando algo. Me preocupo. No recuerdo que buscaba. Sigo jugando. Me acuerdo que buscaba la libreta. Me parece haberla visto. No recuerdo donde la puse. Sigo jugando.



Al buscar algo nos pueden pasar 3 cosas.

  • no encontrar lo que buscábamos.
  • Encontrar lo que buscábamos.
  • Encontrar algo mejor.

Me pasó la tercera.

sábado, 13 de septiembre de 2008

La avaricia al extremo

En Sudáfrica del sida es especialmente grave, hay más de 4,7 millones de infectados. Por día 1.700 personas se contagian este virus letal. Hospitales y médicos hay muy pocos, y medicamentos, casi ninguno.
Los remedios son impagables para la gente de bajos recursos. ¿Cómo hace alguien que gana 25 euros mensuales para pagar medicamentos que en Europa cuestan 800 euros por mes?
Estos precios se deben a que los laboratorios tienen un "derecho de patentes", que consiste en que un laboratorio, al lanzar un nuevo producto, tiene 20 años de monopolio en el mercado (por ende, al no tener competencia, el precio del producto lo deciden ellos).
En el año 1997, el presidente de Sudáfrica Nelson Mandela promulgó una ley para que se puedan copiar medicamentos vitales y producirlos a bajo precio o importarlos. Esto ocasionaría un recorte en las ganancias de los laboratorios. ¿Qué hicieron los laboratorios? ¿Comprendieron la necesidad del pueblo Sudafricano y cedieron una parte de sus ganancias? Por su puesto que no, intentaron por todos los medios derogar la ley. ¿A dónde recurrieron? Al gobierno de los Estados Unidos. Estos, representados más que nada por el vicepresidente en ese momento, Al Gore, empezaron a ejercer presión sobre el gobierno sudafricano, amenazándolos con imponer severas sanciones comerciales. El gobierno sudafricano obtuvo el apoyo de numerosas agrupaciones contra el sida. El vicepresidente que estaba en constante aparición pública debido a que estaba preparando su candidatura para presidente, tuvo que vérselas con gente que le atribuía complicidad en la muerte de enfermos de sida en África. Esto agotó las fuerzas del mandatario y suspendió, a finales de 1999 su apoyo a las empresas. ¿Pudo festejar al fin el estado sudafricano? No por mucho tiempo, a comienzos del año 2001, 39 multinacionales -entre ellas, Aventis, Bayer, Bristol-Myers Squibb - y la Asociación Farmacéutica de Sudáfrica, demandaron al gobierno por violar el derecho de patentes. ¿Cuál era el “delito” de los sudafricanos? Haber sancionado una ley que permitía tratar a los enfermos de sida con medicamentos baratos. Igualmente había un trasfondo aún mas importante, que un gobierno tercermundista quería asegurarse el derecho de producir medicamentos en su propio país y del modo más económico posible, para que los pacientes de bajos recursos también puedan adquirirlos. Esto hacia que otros países en vías de desarrollo siguieran muy de cerca esta disputa.
La imagen de estas empresas empeoraba cada día más, así que en abril del año 2001 retiraron la demanda. Éstas pondrían a disposición de Sudáfrica remedios contra el sida, baratos y en cantidad suficiente. Esto fue sin duda una gran victoria para el estado sudafricano.
Pero el resto de los países pobres no se vio contemplado en este acuerdo y los contratos comerciales internacionales no serán modificados a favor de ellos y seguirán dependiendo de la misericordia de los poderosos.


Esto no es más que un ejemplo de lo que pueden llegar a hacer las grandes empresas con tal de no resignar un pequeño pedazo de sus abultadas ganancias. Afortunadamente esta vez salieron derrotadas, pero lamentablemente esto no sucede la mayoría de las veces.

Para escribir este articulo me basé en “El libro negro de las marcas” de Klaus Werner y Hans Weiss. Aprovecho este momento para recomendarles su lectura.

El sur también existe...


"cambiemos el mundo de base,
hundiendo al imperio burgués"